-El papel de un político es dar esperanzas. El papel de las multitudes es creer en él. Ellas no obtendrán nada y yo jamás ejerceré el poder. Estoy muerto, ellas están desahuciadas. Este país funciona con dos columnas: la fe y el engaño.
Fabrizio Mejía Madrid, El rencor.
miércoles, diciembre 13, 2006
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